Con la victoria del representante del Partido Demócrata por la Presidencia, Barack Obama, se espera un cambio no sólo en las políticas económicas con el fin de restaurar la tranquilidad perdida por la crisis financiera, sino también que las directrices sociales, culturales y políticas adopten nuevos principios de tolerancia, respeto y igualdad, en un país que se ha caracterizado por la discriminación y violación a la dignidad humana. De esta manera, la mayoría de los americanos, latinos, negros, y demás habitantes de los Estados Unidos tienen la esperanza que el electo presidente cumpla con las metas que se trazó para su período presidencial, como son solucionar el problema de inmigración, de la crisis hipotecaria, de la crisis laboral y de la carencia de seguridad social para los habitantes con menos recursos, entre otros temas de urgente resolución.
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